Zidane se movía con la prestancia de un torero. Con deslumbrante maestría y elegancia innata, él orquestaba el juego con pasión desbordante. Sus pases eran de una perfección pasmosa, como pinceladas magistrales https://robertwwxo653969.goabroadblog.com/37422801/el-momento-más-famoso-de-zidane-su-cabezazo